Este jueves, el estado de Alabama (EE UU) ejecutó por inyección letal a Jamie Mills, un hombre de 50 años, que fue declarado culpable del asesinato de una pareja de ancianos en el año 2004.
Las autoridades penitenciarias de este estado sureño revelaron cuáles fueron las últimas comidas de Mills. Su desayuno consistió en huevos, ciruelas pasas, avena y galletas. Para almorzar optó por patatas fritas, una barrita de chocolate y varias bebidas azucaradas.
Y para su última cena, Jamie Mills pidió marisco: tres gambas grandes, dos filetes de bagre, tres ostras, aros de cebolla y un cangrejo, según informó la prensa local y recoge el Mirror.
Las últimas palabras de Mills fueron: "Amo a mi familia. Amo a mi hermano y a mi hermana. No podría pedir más". También dio las gracias a su abogada defensora, Charlotte Morrison, de la asociación Equal Justice Initiative, y agregó: "Charlotte, luchaste duro por mí". Terminó con: "Os amo a todos. Sigan adelante".
Mills fue declarado culpable en 2007 por el asesinato de Floyd Hill, de 87 años, y de Vera Hill, de 72, cerca de la frontera con Mississippi. El individuo había conspirado con su esposa, JoAnn Mills, también declarada culpable, para robar dinero y medicamentos recetados a la pareja de ancianos, a quienes "ejecutaron brutalmente con un machete, una herramienta para neumáticos y un martillo".
Según la ONG Amnistía Internacional (AI), Estados Unidos llevó a cabo 24 ejecuciones en el año 2023, lo que suponen seis más que el año anterior, un aumento que va en consonancia con los datos del resto del mundo.
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